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26 julio 2024

El pico de crecida del Paraná será a mediados de noviembre

Desde el Instituto Nacional del Agua anticipan que la altura del río podría alcanzar los 4,80 metros, cuando hoy está en 2,85. La actividad más afectada será la ganadería en las islas.

A mediados de noviembre, Rosario registrará un pico de crecida del río Paraná. Así lo advirtió Juan Borus, integrante del Instituto Nacional del Agua. Ese fenómeno hídrico se registrará debido las intensas lluvias que se produjeron en las últimas dos semanas en la cuenca misionero paraguaya y en menor medida por la crecida que presenta por estos días el río Iguazú.

Se viene una crecida importante del Paraná con un aporte del río Iguazú que tuvo lluvias significativas en las últimas dos semanas. Las lluvias se esperaban. Los pronósticos están andando muy bien en lo que hace a la distribución espacial y temporal de las precipitaciones. No solo fueron persistentes sino que alcanzaron valores muy importantes”, señaló el experto del Instituto Nacional del Agua.

En declaraciones al programa “El primero de la mañana” de LT8, Borus estimó que a mediados de noviembre muchas actividades se verán afectadas, especialmente el manejo de ganado en las islas. “Se va a formar una onda (hidríca) que viajará hacia Rosario relativamente rápido. En Rosario tendríamos el efecto máximo de esta onda alrededor del 18 noviembre”.

Borus aclaró que este fenómeno “no solo afectará a la ribera rosarina. Rosario es una escala referencia para todo el Delta. Todo el Delta está pendiente de a cuánto llega el Paraná en Rosario. Y hay muchas actividades que se pueden ver alterada por la creciente, especialmente, la número uno es la ganadería de isla o el manejo de hacienda en islas”.

"El ganadero sabe muy bien cómo afecta la crecida, pero con semejante número está claro que habrá mucho movimiento de hacienda”, agregó.

Borus dijo que las imágenes del río Iguazú con sus Cataratas casi al máximo de caudal, que derivaron en la suspensión de la actividad turística, no necesariamente van a repercutir en el Paraná. “Las crecidas del Iguazú no tienen mucho volumen, así como suben bajan. Pero en este octubre las lluvias fueron tan persistentes y hubo caudales tan altos en Cataras, que alteró totalmente el servicio turístico en las Cataratas. A la crecida del Iguazú se suma un aporte de la alta cuenca del Paraná en Brasil y el excedente de lluvias de la cuenca misionero paraguaya del río Paraná que suelen ser importantes”.

“De tal manera, entre mañana y pasado vamos a tener un caudal del orden de los 35 mil metros cúbicos por segundo. Eso hace que se conforme una onda especial que viajará hacia Rosario relativamente rápido. El efecto máximo de esta onda lo tendremos alrededor del 18 de noviembre”, agregó.

Borus explicó que se considera nivel de alerta a la marca por encima de 5 metros. “Pero con el río en 4,80, aunque no sea considerado nivel de alerta, puede causar problemas con la población que está muy expuesta o muy cerca del agua”.


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