“La rentabilidad para la venta de carne está muy complicada. El problema de inflación que tuvimos ha paralizado a la gente. El carnicero trata de no aumentar para vender, pero al momento de afrontar todos los gastos de su local tiene problemas”, señaló Juan Ramos, presidente de la Sociedad de Carniceros de Rosario (SCR).

El referente local del sector comercial consideró que las ventas en lo que va de mayo “vienen muy irregulares". Analizó: "Siempre del 1 al 15 había un movimiento importante de ventas, pero este mayo fue todo bastante parejo, hacia abajo. La situación es preocupante, porque el carnicero trata de brindar ofertas atractivas. Mayo fue más complicado que abril, con ventas que cayeron entre un 10 y 15 por ciento entre los dos meses”. Ramos señaló que “a pesar de que hoy en día, además de la carne vacuna, también se ofrece cerdo y pollo, productos que no han tendido aumentos significativos, la gente está con muy poca plata y eso se nota en los negocios. Además, las tarjetas de crédito están muy cargadas y por todo eso este es un momento bastante difícil para el comerciante”. En declaraciones a LT8, el titular de la SCR recordó que en lo que va del año “la carne aumentó alrededor de un 15 por ciento, pero con muchos altibajos. Por ejemplo, llevamos varios días en una meseta importante de precios. Eso debería favorecer al repunte del consumo. Pero el problema es que está afectado el poder adquisitivo de la gente. El consumidor se encuentra con poco dinero y eso repercute no solo en las carnicerías sino en otros rubros también”. Ramos indicó que en la actualidad el precio del kilo de cortes de carne como vacío, nalga, cabeza de lomo o de asado “se mantiene entre los 14 y 15 mil pesos. De ahí para abajo, hay alternativas como brazuelo o chingolo que se pueden encontrar en 13 mil. Y para arriba están los cortes premium, más de 18 mil pesos, que siempre estuvieron. Hay alternativas, pero el problema es que la gente viene al negocio y gasta mucho menos, lleva menos mercadería”.