head-720
25 abril 2025

El crudo relato de un operario por el fin de concesiones viales

“Es como que me digan ‘te cuelgo esta soga y te colgás’”, dijo Gustavo, uno de los 500 trabajadores tras el fin de la concesión del puente Rosario-Victoria

“El 5 de enero del 2000 entré a trabajar. Hicimos los 13 puentes de Victoria a Rosario. Veinticinco años en lo mismo. Y ahora nos dicen que esto termina. Es una tremenda incertidumbre lo que nos está pasando.” Con la voz quebrada, Gustavo resume lo que sienten los empleados del puente Rosario-Victoria tras el anuncio del fin de la concesión a la empresa Caminos del Río Uruguay.

Desde la medianoche de este miércoles, la firma dejará de prestar servicios de mantenimiento en la ruta que une Santa Fe con Entre Ríos. Esto no solo pone en riesgo la seguridad vial, sino también deja a unos 500 trabajadores sin empleo.

“Yo trabajo en mantenimiento. Somos un grupo de siete personas que hacemos los 55 kilómetros. Entre hormigón y hormigón tenemos 29 juntas. Se están cambiando dos o tres por semana. Imagínese si esto queda a la deriva, se levantan las juntas, el accidente que puede provocar”, advierte Gustavo, mientras se prepara para volver a presentarse a trabajar: “Mañana a primera hora vamos a seguir presentándonos a cumplir horario y esperar a ver qué puede suceder”.

Este martes, los empleados levantaron las barreras del peaje en señal de protesta y lanzaron una campaña para visibilizar los peligros de dejar sin mantenimiento una vía tan transitada. “El gobierno sabe muy bien que jamás los hemos defraudado”, remarca Gustavo. “Esperemos que se pongan la mano en el corazón, esta gente del gobierno, que piensen en las 500 familias”.

La situación golpea doblemente a su hogar. “Soy sostén de familia, hace poco quedó sin laburo mi señora. Mi hijo está en la facultad, en una carrera terciaria a punto de recibirse. Esto sería algo terrible”.

Para él, no se trata solo de un empleo. “Hay que amar el trabajo para esto, no lo hace cualquiera. Veinticinco años hice esto”, repite. Y concluye, con crudeza: “Es como que me digan ‘Bueno, te cuelgo esta soga y te colgás’”.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *