head-720
11 diciembre 2024

Un primer tiempo electoral con demasiado en juego

Las primarias de este domingo no sólo definen los candidatos para las generales de septiembre. Se empieza a diagramar el nuevo mapa de poder en Santa Fe

Este domingo más de dos millones 800 mil santafesinos definirán no sólo los candidatos que competirán en las elecciones generales del 10 de septiembre. Con su voto, empezarán a diagramar el nuevo mapa de poder en Santa Fe para los próximos años, entre la continuidad y la renovación. Con escenarios abiertos en la mayoría de las categorías se juega el primer tiempo de unos comicios de fuerte impacto nacional a menos de un mes de las Paso federal. El gobernador, el intendente y los candidatos a presidente se juegan demasiado en una primaria con final más abierto que nunca.

El calendario electoral atomizado de este año dejó a Santa Fe en un lugar clave: la última elección de un distrito grande previo a las decisivas primarias nacionales de agosto. Así, las miradas políticas del país estarán puestas este domingo en la bota santafesina en una Paso con todos los condimentos: internas al rojo vivo, fuerte cruce de acusaciones y apatía ciudadana en medio de una ola de violencia como nunca se vio en Rosario.

Los candidatos y los referentes nacionales ponen demasiado en juego este fin de semana en Santa Fe. Tanto Omar Perotti como Pablo Javkin plebiscitan sus gestiones de los últimos cuatro años atravesados por pandemia, sequía, inflación e inseguridad. 

El intendente lo hará de manera directa buscando otro mandato al frente del Palacio de los Leones, aunque meses atrás aspiraba a la Casa Gris y debió conformarse con buscar la reelección. Para Javkin no habrá 2027 peleando por la gobernación si antes no logra lo que consiguieron todos los intendentes que tuvo Rosario desde la recuperación democrática: ser reelecto.

El gobernador tratará en especial de imponerse con holgura en la categoría diputado. Y buscará que su candidato a sucederlo, Marcelo Lewandowski, sea el más votado del domingo no sólo en la interna del PJ sino de manera individual en el total provincial.

Las dificultades que tuvieron Perotti y Lewandowski para cerrar el acuerdo electoral y que sellaron recién en un cierre de listas para el infarto se trasladó luego a toda la campaña. Prácticamente no compartieron actos ni recorridas y mantuvieron su recelo político mutuo. Quedó claro que los unía el espanto más que el amor y que se acordaron un armado en común a puro pragmatismo.

Lewandowski necesitaba el aparato provincial y el apoyo territorial del perottismo para instalarse en el centro norte santafesino. Y en el sur, en particular en Rosario, trató de despegarse de la imagen de la gobernación por la mala gestión en seguridad. Ese intento de delicado equilibrio tensionó la relación entre ambos y generó un suceso político sin antecedentes: el martes el oficialismo cerró la campaña en la capital provincial en un acto sin el candidato a gobernador. El senador no asistió y cedió el protagonismo a Perotti. La explicación oficial fue que el senador no fue porque iba a participar de la sesión del Senado que iba a debatir pliegos de jueces y fiscales federales para Santa Fe. Pero ese debate en realidad estaba citado para el otro día. 

El senador nacional arriesga gran parte de su capital político en esta elección. Llegó a la política hace apenas cuatro años cuando en 2019 fue una de las grandes sorpresas al quedarse con la banca del Senado provincial del departamento Rosario tras vencer a la ex intendenta Mónica Fein. Dos años después se impuso en la interna del peronismo contra el hoy jefe de Gabinete nacional, Agustín Rossi por la senaduría nacional. Terminó perdiendo en la general contra Carolina Losada pero logrando la banca por la minoría en medio de una ola amarilla en gran parte del país.

El periodista deportivo coqueteó en algún momento con la idea de competir por la Intendencia, una carrera que muchas encuestas lo daban como seguro ganador. Pero prefirió ir por el trofeo mayor a sabiendas de lo adverso que era el panorama para el peronismo santafesino.

La performance que tengan Perotti y Lewandowski este domingo y luego el 10 de septiembre definirá quien conduce y con qué impronta al PJ provincial en los próximos años. Tanto sea desde el llano o nuevamente en la cúspide del poder.

En el frente de frentes opositor la pelea del domingo también define mucho más que un candidato para las generales. La batalla sin tregua que libraron Carolina Losada y Maximiliano Pullaro tornó competitivo al espacio, aunque probablemente deje demasiadas heridas para el camino hacia la primavera y pone en duda una suma aritmética de votos entre adversarios para la pelea final.

Losada, la gran novedad de la política santafesina en 2021 cuando arrasó en las elecciones a senador, mantuvo el tono beligerante con el kirchnerismo, además cruzó fuerte a su rival interno y sumó el apoyo de los halcones de PRO, en especial de Patricia Bullrich. Su apuesta es volver a dirimir mano a mano con Lewandowski la batalla en este caso por la gobernación. 

Pullaro se apoyó en el poder territorial de los intendentes y presidentes comunales del radicalismo en sus recorridas por el interior de la provincia e hizo especial eje en la seguridad, principal demanda ciudadana y activo del candidato por su paso como ministro del área durante cuatro años. Ese pasado como ministro de una cartera tan sensible le permitió ganar en conocimiento, pero al mismo tiempo sumó críticas de sus rivales por los resultados obtenidos y por designaciones polémicas en distintas áreas de la policía.

El diputado radical no respondió ninguna crítica. Apenas se limitó a deslizar que los cuestionamientos eran actos desesperados de sus rivales que se veían derrotados y repitió como un mantra dos conceptos: que fue el ministro que encarceló y controló en la cárcel a los jefes narcos y que en su gestión la cantidad de homicidios era sensiblemente inferior a los actuales.

La información oficial publicó el Observatorio de Seguridad Pública de la gobernación ratifican esa línea argumental. En el primer semestre del 2023 se produjeron en el departamento Rosario 146 asesinatos; mientras que, en el igual período de 2019, último año de la gestión de Pullaro habían sido 88, una diferencia cercana al 70 por ciento.

No solo a los candidatos les costó llegar a los santafesinos con sus propuestas de campaña. A los encuestadores también se les hizo cuesta arriba avanzar con los sondeos y proyectar tendencias consolidadas para este domingo. 

Entre las pocas certezas que hay entre los encuestadores se destaca la proyección que el frente de frente de opositor será el espacio más votado en la categoría gobernador. La alianza entre PRO, radicales, socialistas y otros partidos hace su debut en esta elección logrando polarizar con el peronismo, dejando atrás el reparto de tercios que se venía dando en la última década. La aspiración en el frente de frentes es llegar al 50 por ciento de los votos sumando los votos de las fórmulas entre radicales y el PRO, más la de la socialista Fein.

Del otro lado, Lewandowski busca ser el candidato individual más votado del super domingo santafesino y que la distancia entre ambos frentes no supere el 10 por ciento.

En algo coinciden todos los analistas: los escenarios están abiertos en la mayoría de las categorías, en especial las legislativas, aunque en algunos frentes hay estimaciones que parecen casi irreversibles.

https://puntobiz.com.ar/politica/un-primer-tiempo-con-demasiado-en-juego-2023715600


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *