Fabricio Guiral tenía 21 años. Fue ultimado de un balazo en el pecho cuando fue a atender la puerta de su casa del barrio la Esperanza.
Junto a su familia, abrieron en diciembre pasado una cervecería en San Martín al 2000. El 8 de marzo dos hombres en moto dispararon sobre el frente del negocio y habrían amenazado a Hernán, padre de Fabricio, con que si no pagaba 200 mil pesos tendría problemas y además no podría trabajar. Es probable que este asesinato tenga que ver con esa amenaza.
En diálogo con LT8, Hernán Guiral, papá de Fabricio, manifestó su inmenso dolor por la pérdida de su hijo. “Me quedé sin alma, sin corazón, no tengo sentimientos, un dolor profundo por la muerte de mi hijo, un inocente trabajador de 21 años”, dijo. “Yo tengo varias enfermedades; y otro hijo, discapacitado, de 7 años; del que se iba a hacer cargo Fabricio”, agregó.
“Tengo todas las denuncias hechas; Schiappa Pietra (fiscal) se la paso a Carbone y Carbone se la pasó a Rébola; tenían todos los elementos para evitar esto y no lo hicieron”. “El ministro de justicia de la provincia vino a hablar conmigo, con el intendente Alberto Ricci; me dijeron que me quede tranquilo que los iban a meter presos, que tenían las herramientas, obviamente se les perdió la caja de herramientas y hoy tengo que enterrar a mi hijo”, lamentó el hombre.
Para Guiral, “atrás de todo esto esta la mala justicia, los jueces que no hacen nada; para protegerse ellos cortaron calles y pusieron barricadas en los tribunales penales cuando fueron amenazados, ellos si se cuidaron; a mi familia no la cuidaron, yo era testigo protegido y el móvil no estaba, hacia abandono de su labor; si hubiese estado mi hijo estaría conmigo”.